Rodeado de andamios se encuentra en estos días el Monumento al Sagrado Corazón de Jesús que preside la céntrica Plaza a la que da nombre. El Pleno Municipal aprobaba en la sesión ordinaria celebrada el pasado 29 de agosto, la restauración del imponente Corazón de Jesús de manos del restaurador y artista palmerino D. Álvaro Domínguez Bernal.
El Monumento al Sagrado Corazón de Jesús es una obra magistral en mármol de carrara ejecutada por el reconocido escultor palmerino D. Antonio Pinto Soldán en el año 1927 en Roma, desde donde fue trasladado hasta la Plaza palmerina, que en aquellos años era remozada bajo el criterio del Alcalde de la ciudad D. Ignacio de Cepeda y Soldán.
La suciedad, los daños provocados por la humedad o la pérdida de algunos de los dedos de las manos son los problemas más evidentes que presenta el Corazón de Jesús, cuyo estado de conservación deja de manifiesto la necesidad de ser sometido a una profunda restauración que le devuelva el esplendor que le pertenece. La limpieza y reposición de elementos serán los puntos principales de este proceso conservacionista.
Esta obra ha sido sometida en no pocas ocasiones a distintas restauraciones, debido a las condiciones que lo rodean y al mantenimiento que requiere. Entre las intervenciones más señaladas se deben destacar: la llevada a cabo por el propio autor de la obra años después de su ejecución tras los atentados sufridos durante la etapa republicana, la restauración practicada por el escultor palmerino D. Francisco Joaquín Moreno Daza en 1978, o la más reciente efectuada en la pasada década.
El proceso ha iniciado ya sus primeras fases, en poco tiempo volverá a deslumbrar la blancura clasicista de nuestro Corazón de Jesús, volverá a mostrar sus brazos abiertos que acogen a La Palma, volverá tal y como un día lo dejara para su tierra el escultor Pinto Soldán.
La suciedad, los daños provocados por la humedad o la pérdida de algunos de los dedos de las manos son los problemas más evidentes que presenta el Corazón de Jesús, cuyo estado de conservación deja de manifiesto la necesidad de ser sometido a una profunda restauración que le devuelva el esplendor que le pertenece. La limpieza y reposición de elementos serán los puntos principales de este proceso conservacionista.
Esta obra ha sido sometida en no pocas ocasiones a distintas restauraciones, debido a las condiciones que lo rodean y al mantenimiento que requiere. Entre las intervenciones más señaladas se deben destacar: la llevada a cabo por el propio autor de la obra años después de su ejecución tras los atentados sufridos durante la etapa republicana, la restauración practicada por el escultor palmerino D. Francisco Joaquín Moreno Daza en 1978, o la más reciente efectuada en la pasada década.
El proceso ha iniciado ya sus primeras fases, en poco tiempo volverá a deslumbrar la blancura clasicista de nuestro Corazón de Jesús, volverá a mostrar sus brazos abiertos que acogen a La Palma, volverá tal y como un día lo dejara para su tierra el escultor Pinto Soldán.
Foto: Manuel V.