Entrada Triunfal para D. Miguel Moreno. "Al día siguiente, al enterarse la numerosa muchedumbre que había llegado para la fiesta, de que Jesús se dirigía a Jerusalén, tomaron ramas de palmera y salieron a su encuentro gritando: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!" (Jn 12, 12-13). Entre estos versículos los sueños cofrades de un gran hombre, de un soñador innato. En la Sagrada Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén reside la ilusión, el empeño, las ganas y el amor incondicional por los niños y jóvenes... En la mirada transparente de ese joven Cristo de ojos claros se esconden el carisma y la alegría, la santidad rebosante de la que hablaba San Juan Bosco y el esfuerzo enredado con pizcas de bendita locura. Don Miguel Moreno Gutierrez era el alma de esa mirada, y la chispa que alumbraba al Colegio Salesiano: la frescura, la constancia y la entrega sin límites.
Hoy en su billete de Entrada debía poner Triunfal y una Madre de Auxilios infinitos con una sonrisa de espera impacientada habrán sido la mejor recepción a una gloria bien ganada con una vida de pureza salesiana. La santidad la han rozado sus manos, esas que tantas veces consagraron el Pan y el Vino, tocaron el acordeón y escribieron grandes obras teatrales para sus chavales. Sus hazañas las han conocido entre los muros del antiguo Colegio Salesiano y mucho más alla, porque su inquietud derribaba barreras y hasta en la Televisión Local le vimos difundir con testimonio lo que Don Bosco pedía en sus enseñanzas de vida. Tanto y tantas... cosechador de sonrisas, edificador de la moral, sincero hasta cotas insospechadas y el amor como moneda de cambio para cualquiera que cruzara una simple mirada con él.
Hoy Don Miguel se marchaba a la Jerusalén celeste, allí hacia donde debe caminar el Señor de la Borriquita, que como legado cofrade ha dejado a todos los palmerinos. Él ya puso la primera piedra al camino, ahora sólo falta que La Palma siembre su suelo de palmas y olivos para que el Cristo joven de la alegría y el amor vuelva a hacer su Entrada Triunfal.
Vuela alto Don Miguel, corre a los brazos de la Auxiliadora y vela desde allí por tantos que hoy te despiden y te recuerdan como el más querido de los salesianos que vino a poner Entradas Triunfales a Dios en La Palma.
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Foto: Manuel V.
