Los palmerinos se acercaron al Sacramento de la Penitencia en estos días previos a la Coronación Canónica de su Patrona.
El
pasado día 11 de octubre comenzaron los Cultos Extraordinarios de la
Coronación Canónica de Nuestra Señora del Valle con la celebración del
Acto Penitencial, que convocó a multitud de palmerinos, que acudieron a preparar sus corazones para vivir en comunión con Cristo estos días
históricos que se van a dedicar a su Santa Madre.
Así,
la Parroquia de San Juan Bautista fue un constante fluir de fieles que
iban y venían acudiendo a los distintos confesionarios instalados por el
Templo, todos ubicados en torno a la Santísima Virgen del Valle, a quien
se dirigían las oraciones de aquellos que pedían perdón al Dios que bendice sonriente entre sus brazos. El acto se iniciaba con
las palabras del R.P.D. Francisco J. Martín Sirgo, que tras proclamar la
lectura del Santo Evangelio, realizó una reflexión que hizo meditar a
los presentes sobre el Sacramento que iban a recibir.
La
paz, la oración, el recogimiento y la espiritualidad se palpaban en el ambiente en
esta noche de otoño, en la que muchos volvieron a reencontrarse con el
rostro de Dios y pudieron llenar sus almas con la grandeza de su amor.
La
Virgen fue la principal testigo de todo lo que allí aconteció, siendo
este acto otro gesto de la devoción de La Palma por su Patrona, en estas
vísperas de la Coronación.
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