Y volvieron a soñar los rocieros de la Palma. Volvieron como lo hacen desde hace ya más de 400 años de camino, a pisar las arenas benditas de Tu Rocío. Y tuvieron la suerte un año más de llevarte hasta tus plantas, el palacio de plata tirado por bueyes, donde se cobija el tesoro más grande para todo aquel que es palmerino y rociero. Y pudieron hincar sus rodillas en el suelo y agarrados a unas rejas, mirarte frente a frente, contar sus penas y alegrías, pedirte favores imposibles, agradecerte el estar un año más sintiendo de cerca tu divina presencia y comprobar de nuevo Rocío, que cómo tu cara ninguna.
Tal y como estaba previsto, la Hermandad filial de La Palma cumplió su amplio calendario de actos y cultos con absoluta normalidad.
Emotiva como cada año fue la Misa de Acción de Gracias que se celebraba en el patio del Convento de las Hermanas de la Cruz, junto con las Asociaciones Rocieras que desde hace ya algunos años acompañan a la Hermandad palmerina. Ante la presencia de las hijas de la pobreza, el Simpecado fue colocado en la Carreta para de esta forma, poder emprender el camino. Camino que tuvo su primera parada, y la más larga, ante la Iglesia Parroquial, donde a las doce de la noche tuvo lugar el Santo Rosario ante la Carreta del Simpecado, y donde permanecería hasta la mañana siguiente, para celebrar la Misa de Romeros. Para esta ocasión la Hermandad de La Palma contaban con unos invitados de honor, la Junta de Gobierno de la Hermandad de Nuestra Señora del Valle, como gesto de unión por la próxima Coronación Canónica de la Madre de La Palma. Así de esta manera se emprendió el camino hacia la aldea, con un cielo totalmente despejado, la Carreta radiante como siempre, y acompañada de centenares de rocieros con el alma inquieta por llegar hasta las tierras marismeñas.
El sábado se vivieron momentos para guardar en la retina. La Palma se presentaba ante la Blanca Paloma, junto a su Hermandad ahijada de Bollullos del Condado, por la celebración del 75 aniversario Fundacional de la Hermandad del Rocío de nuestro pueblo vecino. Para la ocasión nuestra Carreta lucía con flores en tonalidad roja, formadas sus jarras en su mayoría por anthurium y pimpón blanco. También hay que destacar como novedoso la guirnalda de flores que colgaba desde el frontal de nuestra Carreta hasta los bueyes.
El domingo de mañana, junto con el resto de Hermandades filiales, se celebraba en el Real, Solemne Misa de Pentecostés, oficiada por el Excmo. y Rvdmo. Mons. D. José Vilaplana Blasco, Obispo de Huelva. Como cada año miles de fieles asistieron a la Santa Misa, centro de la Romería, donde Dios derramaría de nuevo su Espíritu Santo sobre todos los rocieros allí congregados.
Tras el Rosario por las calles de la Aldea, la Santísima Virgen del Rocío, a hombros de sus hijos almonteños, volvió a pasear por las arenas. En la Casa Hermandad de La Palma, se vivían momentos de impaciencia. Pero fue cuando el cielo empezaba a pintarse de tonos azules y el alba apuntaba el amanecer, cuando la Paloma Blanca del Rocío tomó su vuelo y vino a pararse ante nuestro Simpecado, causando emoción desbordada y ratificando de nuevo que La Palma es rociera. Pocos minutos pero intensos, los justos para llenar de fe y aliento para todo un año, a todo aquel que le reza.
El transcurrir de la procesión se vio truncada por la rotura de un varal del palio de la Santísima Virgen, lo que provocó la recogida inmediata. Ha sido la procesión más corta de la historia del Rocío, pero no la menos intensa. Todos los Simpecados de las Hermandades filiales que la esperaban a lo largo del recorrido, tuvieron que ir a postrarse ante su altar y allí rezar la Salve, muchos fueron los momentos emotivos que se vivieron dentro del Santuario.
Y tras la Misa de Despedida, los rocieros de La Palma tuvieron que dejar el sueño, y volver a la realidad, emprendiendo el doloroso y a la vez satisfactorio Camino de Vuelta. Vacíos sus ojos por las lágrimas de emoción derramadas, pero llenos sus corazones por el amor derramado por la Madre, la que quedará esperando la pronta visita de sus hijos.
Emotiva como cada año fue la Misa de Acción de Gracias que se celebraba en el patio del Convento de las Hermanas de la Cruz, junto con las Asociaciones Rocieras que desde hace ya algunos años acompañan a la Hermandad palmerina. Ante la presencia de las hijas de la pobreza, el Simpecado fue colocado en la Carreta para de esta forma, poder emprender el camino. Camino que tuvo su primera parada, y la más larga, ante la Iglesia Parroquial, donde a las doce de la noche tuvo lugar el Santo Rosario ante la Carreta del Simpecado, y donde permanecería hasta la mañana siguiente, para celebrar la Misa de Romeros. Para esta ocasión la Hermandad de La Palma contaban con unos invitados de honor, la Junta de Gobierno de la Hermandad de Nuestra Señora del Valle, como gesto de unión por la próxima Coronación Canónica de la Madre de La Palma. Así de esta manera se emprendió el camino hacia la aldea, con un cielo totalmente despejado, la Carreta radiante como siempre, y acompañada de centenares de rocieros con el alma inquieta por llegar hasta las tierras marismeñas.
El sábado se vivieron momentos para guardar en la retina. La Palma se presentaba ante la Blanca Paloma, junto a su Hermandad ahijada de Bollullos del Condado, por la celebración del 75 aniversario Fundacional de la Hermandad del Rocío de nuestro pueblo vecino. Para la ocasión nuestra Carreta lucía con flores en tonalidad roja, formadas sus jarras en su mayoría por anthurium y pimpón blanco. También hay que destacar como novedoso la guirnalda de flores que colgaba desde el frontal de nuestra Carreta hasta los bueyes.
El domingo de mañana, junto con el resto de Hermandades filiales, se celebraba en el Real, Solemne Misa de Pentecostés, oficiada por el Excmo. y Rvdmo. Mons. D. José Vilaplana Blasco, Obispo de Huelva. Como cada año miles de fieles asistieron a la Santa Misa, centro de la Romería, donde Dios derramaría de nuevo su Espíritu Santo sobre todos los rocieros allí congregados.
Tras el Rosario por las calles de la Aldea, la Santísima Virgen del Rocío, a hombros de sus hijos almonteños, volvió a pasear por las arenas. En la Casa Hermandad de La Palma, se vivían momentos de impaciencia. Pero fue cuando el cielo empezaba a pintarse de tonos azules y el alba apuntaba el amanecer, cuando la Paloma Blanca del Rocío tomó su vuelo y vino a pararse ante nuestro Simpecado, causando emoción desbordada y ratificando de nuevo que La Palma es rociera. Pocos minutos pero intensos, los justos para llenar de fe y aliento para todo un año, a todo aquel que le reza.
El transcurrir de la procesión se vio truncada por la rotura de un varal del palio de la Santísima Virgen, lo que provocó la recogida inmediata. Ha sido la procesión más corta de la historia del Rocío, pero no la menos intensa. Todos los Simpecados de las Hermandades filiales que la esperaban a lo largo del recorrido, tuvieron que ir a postrarse ante su altar y allí rezar la Salve, muchos fueron los momentos emotivos que se vivieron dentro del Santuario.
Y tras la Misa de Despedida, los rocieros de La Palma tuvieron que dejar el sueño, y volver a la realidad, emprendiendo el doloroso y a la vez satisfactorio Camino de Vuelta. Vacíos sus ojos por las lágrimas de emoción derramadas, pero llenos sus corazones por el amor derramado por la Madre, la que quedará esperando la pronta visita de sus hijos.
Tan sólo la luna, correrá más suerte que nosotros. Entrará de noche en su ermita y le iluminará la cara, mientras nosotros tan sólo soñemos, sin podernos acercar ni a las sombras de sus andas.
Galerías Fotográficas:
Romería del Rocío (I).
Romería del Rocío (II).
Galería Sonora:
Romería del Rocío.
Foto: Manuel V.
Romería del Rocío (I).
Romería del Rocío (II).
Galería Sonora:
Romería del Rocío.
Foto: Manuel V.