Fue en el pasado mes de noviembre cuando el Cabildo de Oficiales de la Hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno aprobaba que su Dolorosa fuese intervenida, recibiendo posteriormente la autorización del Párroco de La Palma, así como del propio Obispado de Huelva.
Es por ello que tras los cultos al Señor Nazareno en la festividad de la Epifanía, la Stma. Virgen del Socorro será retirada del culto y trasladada privadamente a las dependencias de la Hermandad, donde será restaurada por el artista palmerino D. Antonio J. Bernabé Ávila.
Es por ello que tras los cultos al Señor Nazareno en la festividad de la Epifanía, la Stma. Virgen del Socorro será retirada del culto y trasladada privadamente a las dependencias de la Hermandad, donde será restaurada por el artista palmerino D. Antonio J. Bernabé Ávila.
D. Antonio J. Bernabé, es Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla y especializado en Conservación y Restauración, habiendo demostrado en nuestra localidad su maestría en estas labores conservacionistas en imágenes como el Sgdo. Corazón de Jesús, Ntra. Sra. del Valle o Ntra. Sra. del Rosario de Fátima; todas restauradas en este año con resultados brillantes y sorprendentes.
Y ahora será el Socorro, una talla que al igual que la de Ntra. Sra. del Valle, es obra de D. Sebastián Santos Rojas realizada en su etapa inicial en la posguerra. Una hermosa Dolorosa que guarda en su mirada el enorme dolor contenido y en su cara el reflejo de las facciones de la antigua talla desaparecida en los sucesos de la contienda civil. Es una imagen de candelero para vestir cuyas medidas se encuentran aproximadamente entre los 1,56 metros. Su policromía nacarada, la finura de sus manos y la belleza de su maternal rostro, inclinado ligeramente hacia la derecha, la dotan de una espiritualidad que llega a conmover corazones y la convierten en una obra de una gran calidad artística, salida de las manos de uno de los mejores imagineros del siglo XX. Es importante reseñar que la Stma. Virgen del Socorro marcó el estilo que D. Sebastián Santos siguió durante toda su obra a la hora de representar a la Virgen Dolorosa.
Según el informe técnico que el restaurador ha presentado a la Hermandad, se detalla el buen estado de conservación en que se encuentra la imagen en cuanto a materiales y estructura, encontrándose las principales señas de deterioro en la policromía donde se aprecian una serie de desperfectos como acumulación de suciedad, daños por alfilerazos y lagunas o pérdidas en algunos puntos. Así, la intervención va a pasar por la siguientes fases: limpieza, consolidación de estratos, fijación de pequeños levantamientos, restitución de la preparación, reintegración cromática y protección final.
La ausencia de su baja mirada en la Iglesia del Valle no durará más de dos meses, volviendo la Virgen al culto antes del Solemne Quinario que la Hermandad celebra en los primeros días de la Cuaresma.
Vencerá al tiempo y jugará a pasar años atrás, llegando a nuestros ojos con el brillo primero de su tez, dando una muestra más de que su Socorro es Perpetuo.
Y ahora será el Socorro, una talla que al igual que la de Ntra. Sra. del Valle, es obra de D. Sebastián Santos Rojas realizada en su etapa inicial en la posguerra. Una hermosa Dolorosa que guarda en su mirada el enorme dolor contenido y en su cara el reflejo de las facciones de la antigua talla desaparecida en los sucesos de la contienda civil. Es una imagen de candelero para vestir cuyas medidas se encuentran aproximadamente entre los 1,56 metros. Su policromía nacarada, la finura de sus manos y la belleza de su maternal rostro, inclinado ligeramente hacia la derecha, la dotan de una espiritualidad que llega a conmover corazones y la convierten en una obra de una gran calidad artística, salida de las manos de uno de los mejores imagineros del siglo XX. Es importante reseñar que la Stma. Virgen del Socorro marcó el estilo que D. Sebastián Santos siguió durante toda su obra a la hora de representar a la Virgen Dolorosa.
Según el informe técnico que el restaurador ha presentado a la Hermandad, se detalla el buen estado de conservación en que se encuentra la imagen en cuanto a materiales y estructura, encontrándose las principales señas de deterioro en la policromía donde se aprecian una serie de desperfectos como acumulación de suciedad, daños por alfilerazos y lagunas o pérdidas en algunos puntos. Así, la intervención va a pasar por la siguientes fases: limpieza, consolidación de estratos, fijación de pequeños levantamientos, restitución de la preparación, reintegración cromática y protección final.
La ausencia de su baja mirada en la Iglesia del Valle no durará más de dos meses, volviendo la Virgen al culto antes del Solemne Quinario que la Hermandad celebra en los primeros días de la Cuaresma.
Vencerá al tiempo y jugará a pasar años atrás, llegando a nuestros ojos con el brillo primero de su tez, dando una muestra más de que su Socorro es Perpetuo.
Foto: Manuel V.