La Calle Sevilla rezó ante el Santo Madero en el día de la Exaltación de la Santa Cruz.
Septiembre volvió a traer fechas cruceras al calendario cofrade de La Palma. Durante los días 11, 12 y 13 los piomperos celebraban en la Capilla de su Cruz el Solemne Triduo, que se cerraba con la Santa Misa de la Exaltación de la Cruz el 14 de septiembre, día de la festividad litúrgica.
La Cruz de la Calle Sevilla se presentaba muy hermosa entronizada en su camarín, portando sudario calado que hacía resaltar más aún la refulgente belleza de esta Cruz de plata. Flanqueándola se alzaban los candelabros de su paso procesional, así como los argenteos ángeles oferentes que llevaban flores entre sus manos. Completando el altar varios candeleros con cera blanca iluminaban al Leño Sagrado de la Calle Sevilla.
La Exaltación de la Cruz, una festividad de devoción sentida y de fe profunda, en la que el pueblo piompero volvió a acercarse a su Cruz de Mayo, a la que diariamente toman como guía que les lleva ante Cristo.
Septiembre volvió a traer fechas cruceras al calendario cofrade de La Palma. Durante los días 11, 12 y 13 los piomperos celebraban en la Capilla de su Cruz el Solemne Triduo, que se cerraba con la Santa Misa de la Exaltación de la Cruz el 14 de septiembre, día de la festividad litúrgica.
La Cruz de la Calle Sevilla se presentaba muy hermosa entronizada en su camarín, portando sudario calado que hacía resaltar más aún la refulgente belleza de esta Cruz de plata. Flanqueándola se alzaban los candelabros de su paso procesional, así como los argenteos ángeles oferentes que llevaban flores entre sus manos. Completando el altar varios candeleros con cera blanca iluminaban al Leño Sagrado de la Calle Sevilla.
La Exaltación de la Cruz, una festividad de devoción sentida y de fe profunda, en la que el pueblo piompero volvió a acercarse a su Cruz de Mayo, a la que diariamente toman como guía que les lleva ante Cristo.