Sonó a despedida la Campanita del Valle.
En la tarde del sábado 31 de julio la Virgen del Valle recibía bajo el almenado torreón mudejar los últimos rezos antes de partir como cada año a la Parroquial de San Juan Bautista, donde será honrada con los distintos cultos con los que La Palma celebra sus Fiestas Patronales.
Tras la Eucaristía, la ojival puerta se abría para permitir la salida del cortejo procesional. En este cortejo desfilaban las distintas insignias de la Hermandad de nuestra Patrona, siendo destacable el antiguo Simpecado de Ntra. Sra. de la Rosa de Jericó, así como la participación del nuevo Grupo Joven de la Virgen cuya representación portaba la bandera en este Traslado.
Arropada por los palmerinos la Reina del Valle dejaba su fortaleza y tomaba el centro de la ciudad, derramando bendiciones a todos los que alzaban sus ojos a Ella.
Los momentos más emotivos se vivieron en la visita que la Virgen hizo al Convento de las Hermanas de la Cruz y al de las Hermanas Carmelitas, donde la Stma. Virgen del Valle recibía con infinita misericordia los cantos y oraciones que las monjas le ofrecían con fe y amor.
Nardos y rosas blancas perfumaban las andas de traslado de la Stma. Virgen, que para la ocasión lucía saya de brocado dorado, a juego con el traje del Niño, manto de color rosa brocado en oro y atributos de plata.
Nuestra Patrona y su Bendito Hijo salían a la calle por primera vez tras la restauración a la que fueron sometidos en los pasados meses de febrero y marzo, mostrándose ambas imágenes en todo su esplendor, como recién salidas de las propias manos de D. Sebastián Santos.
Rondando la media noche los sones de la marcha "Pasan los Campanilleros" interpretada por la Banda de Música "Virgen de las Mercedes" de Bollullos del Condado, despedían a la Virgen del Valle, que retornaba a la Parroquia donde recibirá el amor que La Palma le profesa.
En la tarde del sábado 31 de julio la Virgen del Valle recibía bajo el almenado torreón mudejar los últimos rezos antes de partir como cada año a la Parroquial de San Juan Bautista, donde será honrada con los distintos cultos con los que La Palma celebra sus Fiestas Patronales.
Tras la Eucaristía, la ojival puerta se abría para permitir la salida del cortejo procesional. En este cortejo desfilaban las distintas insignias de la Hermandad de nuestra Patrona, siendo destacable el antiguo Simpecado de Ntra. Sra. de la Rosa de Jericó, así como la participación del nuevo Grupo Joven de la Virgen cuya representación portaba la bandera en este Traslado.
Arropada por los palmerinos la Reina del Valle dejaba su fortaleza y tomaba el centro de la ciudad, derramando bendiciones a todos los que alzaban sus ojos a Ella.
Los momentos más emotivos se vivieron en la visita que la Virgen hizo al Convento de las Hermanas de la Cruz y al de las Hermanas Carmelitas, donde la Stma. Virgen del Valle recibía con infinita misericordia los cantos y oraciones que las monjas le ofrecían con fe y amor.
Nardos y rosas blancas perfumaban las andas de traslado de la Stma. Virgen, que para la ocasión lucía saya de brocado dorado, a juego con el traje del Niño, manto de color rosa brocado en oro y atributos de plata.
Nuestra Patrona y su Bendito Hijo salían a la calle por primera vez tras la restauración a la que fueron sometidos en los pasados meses de febrero y marzo, mostrándose ambas imágenes en todo su esplendor, como recién salidas de las propias manos de D. Sebastián Santos.
Rondando la media noche los sones de la marcha "Pasan los Campanilleros" interpretada por la Banda de Música "Virgen de las Mercedes" de Bollullos del Condado, despedían a la Virgen del Valle, que retornaba a la Parroquia donde recibirá el amor que La Palma le profesa.