La Palma se reencuentra con la mirada de su Madre.
La Virgen del Valle volvió al culto el pasado 18 de marzo, tras la restauración que le ha devuelto todo su esplendor. La magnífica intervención llevada a cabo por el palmerino D. Antonio J. Bernabé Ávila nos presenta a la Virgen tal y como Sebastián Santos la entregó a La Palma en el año 36.
Tras un mes de trabajo, los cuales se han desarrollado en la propia Capilla Mayor de la Iglesia del Valle, se ha conseguido consolidar, limpiar y recuperar la policromía original de la Stma. Virgen y su Bendito Hijo. Una de las novedades más destacadas, ha sido el hallazgo de la policromía barroca originaria de la cabeza del Niño de la Stma. Virgen, la cual se salvó de los tristes sucesos bélicos y que gracias a esta restauración hoy podemos observar de forma extraordinaria.
Con motivo de la vuelta de la Virgen del Valle al culto, el día 18 se celebró Santa Misa en Acción de Gracias y durante el día 19 la Virgen estuvo expuesta a la Veneración de los Fieles, encontrándose a la altura de los ojos de todos los palmerinos que quisieron pasar ante sus plantas para ofrecerle una oración sincera. Durante toda la jornada la Iglesia del Valle era visitada por cientos de devotos.
La Virgen ante dosel rojo, estrenaba todo el ajuar que lucía, el cual estaba conformado por manto de brocado turquesa con flores de sedas de colores, saya y traje del Niño de brocado dorado con dibujo romboidal de sedas sobredoradas y toca de finos encajes. Su corona y ráfaga de plata terminaban de conformar el hábito que la Stma. Virgen ha lucido durante estos días de cultos Extraordinarios. La Virgen parecía salida del azulejo que preside la fachada lateral de la Iglesia del Valle, siendo esta vuelta a la estética antigua uno de los rasgos que más han llamado la atención y han aplaudido los palmerinos. Como detalle, se puede citar que el Niño se encontraba con sus pies descalzos para que se observase, de mejor manera, la restauración llevada a cabo sobre la Imagen. La Reina del Valle era perfumada por tres grandes centros florales, a base de alhelíes, gladiolos y azucenas, que se situaban a su alrededor.
La Virgen del Valle vuelve a presidir su Iglesia, volviendo a bendecir con su baja mirada al pueblo palmerino que la implora como Salud de los Enfermos.
La Virgen del Valle volvió al culto el pasado 18 de marzo, tras la restauración que le ha devuelto todo su esplendor. La magnífica intervención llevada a cabo por el palmerino D. Antonio J. Bernabé Ávila nos presenta a la Virgen tal y como Sebastián Santos la entregó a La Palma en el año 36.
Tras un mes de trabajo, los cuales se han desarrollado en la propia Capilla Mayor de la Iglesia del Valle, se ha conseguido consolidar, limpiar y recuperar la policromía original de la Stma. Virgen y su Bendito Hijo. Una de las novedades más destacadas, ha sido el hallazgo de la policromía barroca originaria de la cabeza del Niño de la Stma. Virgen, la cual se salvó de los tristes sucesos bélicos y que gracias a esta restauración hoy podemos observar de forma extraordinaria.
Con motivo de la vuelta de la Virgen del Valle al culto, el día 18 se celebró Santa Misa en Acción de Gracias y durante el día 19 la Virgen estuvo expuesta a la Veneración de los Fieles, encontrándose a la altura de los ojos de todos los palmerinos que quisieron pasar ante sus plantas para ofrecerle una oración sincera. Durante toda la jornada la Iglesia del Valle era visitada por cientos de devotos.
La Virgen ante dosel rojo, estrenaba todo el ajuar que lucía, el cual estaba conformado por manto de brocado turquesa con flores de sedas de colores, saya y traje del Niño de brocado dorado con dibujo romboidal de sedas sobredoradas y toca de finos encajes. Su corona y ráfaga de plata terminaban de conformar el hábito que la Stma. Virgen ha lucido durante estos días de cultos Extraordinarios. La Virgen parecía salida del azulejo que preside la fachada lateral de la Iglesia del Valle, siendo esta vuelta a la estética antigua uno de los rasgos que más han llamado la atención y han aplaudido los palmerinos. Como detalle, se puede citar que el Niño se encontraba con sus pies descalzos para que se observase, de mejor manera, la restauración llevada a cabo sobre la Imagen. La Reina del Valle era perfumada por tres grandes centros florales, a base de alhelíes, gladiolos y azucenas, que se situaban a su alrededor.
La Virgen del Valle vuelve a presidir su Iglesia, volviendo a bendecir con su baja mirada al pueblo palmerino que la implora como Salud de los Enfermos.
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Fotos: Manuel V.
