La Palma volvió a estremecerse ante la Buena Muerte de Cristo. El pasado día 2 de noviembre la Hermandad Servita del Santo Entierro celebraba la Santa Misa de Requiem por los Fieles Difuntos ante la presencia del Stmo. Cristo de la Buena Muerte. Frente a una Parroquia que se encontraba completamente llena de fieles y devotos se presentaba el Stmo. Cristo del Santo Entierro cobijado en un sencillo y sobrio altar. El Señor era entronizado bajo un dosel, de telas de damasco negras y cortinaje del mismo color, sobre un camastro en el que se desplegaba ampulosamente un blanco sudario que envolvía su cuerpo yacente. Para la ocasión, el Cristo portaba sobre su cabeza las potencias de salida bañadas en oro. Flores en tonos morados y cuatro elegantes ciriales de plata completaban el funebre conjunto.
El silencio, la reflexión y la oración marcaron la Celebración, tras la cual se ofreció al Stmo. Cristo la devoción de La Palma en su tradicional Besapiés.
Durante todo el mes el Señor de la Buena Muerte seguirá expuesto para la Veneración de los Fieles en su Capilla, siendo centro devocional de un pueblo que durante el mes de noviembre depositará sus promesas en forma de rojas velas que se consumirán ante el sereno rostro del Señor de la Buena Muerte.
El silencio, la reflexión y la oración marcaron la Celebración, tras la cual se ofreció al Stmo. Cristo la devoción de La Palma en su tradicional Besapiés.
Durante todo el mes el Señor de la Buena Muerte seguirá expuesto para la Veneración de los Fieles en su Capilla, siendo centro devocional de un pueblo que durante el mes de noviembre depositará sus promesas en forma de rojas velas que se consumirán ante el sereno rostro del Señor de la Buena Muerte.
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