La Madre de los palmerinos volvió a bendecir a su pueblo en su noche del 15 de agosto.
Repiques de campanas, cohetes que se alzaban a un cielo cubierto de estrellas, perfume a nardos, sonido añejo de campanillas y bandurrias, palmas de fuego y la espectación de cientos de palmerinos, recibieron a Ntra. Sra. del Valle a las puertas de la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista en la madrugada del 15 al 16 de agosto.
Fue puntual a su cita, daban justamente la 1 de la madrugada en el reloj de la torre del Templo Parroquial y la puertas se abrieron permitiendo que la Virgen volviese a estar frente a frente con su pueblo. El Himno a Ntra. Sra. del Valle, recientemente adaptado a marcha procesional por D. José María Jiménez, sonaba en la Plaza de España interpretado por la Banda de Música "Virgen de las Mercedes" de Bollullos del Condado, mientras la Virgen bajaba lentamente la rampa.
El paso de la Virgen iba perfectamente exornado con sus tradicionales jarras de nardos, las cuales lucían un aspecto más esbelto y estilizado, que creaban un efecto de gran belleza en las andas procesionales. Por su parte, nuestra Patrona iba vestida como es costumbre, con su manto y saya de tisu de oro bordados, conjunto de ráfaga, corona, cetro y media luna de plata bañada en oro y el característico rostrillo bordado que otorga a la Stma. Virgen un aspecto muy clásico y personal.
Multitud de palmerinos acompañaron a la Stma. Virgen del Valle durante todo el recorrido, volviendo a ser de especial mención el paso de nuestra Patrona por las calles Muñoz y Pabón, Virgen del Valle, Hermanos Cueva y Cervantes, las cuales estaban adornadas perfectamente esperando a que nuestra Madre otorgará su bendición.
Se vivieron varios momentos de gran emoción, entre ellos resaltar la elegancia de la Virgen al llegar a la puerta de su Iglesia del Valle, o el momento tan íntimo que se vivió en la parte baja de la calle Virgen del Valle cuando la Stma. Virgen pasaba a los sones de la marcha "Virgen del Valle" de Gomez Zarzuela, o el paso de la Virgen por la estrechez de la calle Marimarcos donde los cantos del Coro de Campanilleros hicieron recordar a los presentes otras noches de 15 de agosto ya pasadas, o el encanto de ver a la Reina del Valle con la luz de la amanecida ya de vuelta por la calle Príncipe de Asturias,...
Rompiendo la mañana volvía la Virgen con las primeras luces del día a la Iglesia Parroquial, arropada por una multitud de fieles y devotos que durante toda la noche estuvieron acompañandola en todo su caminar, demostrando ese amor que La Palma le profesa a su Reina. Pasaban unos minutos de las 07:30 horas cuando la Virgen cruzaba el dintel de la puerta y el sueño volvía a terminarse, la Mujer del Apocalipsis, la Virgen Asunta al Cielo, la Madre de Dios regresaba entre vivas y piropos a la Iglesia, después de llenar con su Salud cada rincón de nuestra mariana ciudad, tal y como ocurriese en el año de 1855.
A continuación les dejamos unas fotografías del Rosario de Doce de Ntra. Sra. del Valle.
Repiques de campanas, cohetes que se alzaban a un cielo cubierto de estrellas, perfume a nardos, sonido añejo de campanillas y bandurrias, palmas de fuego y la espectación de cientos de palmerinos, recibieron a Ntra. Sra. del Valle a las puertas de la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista en la madrugada del 15 al 16 de agosto.
Fue puntual a su cita, daban justamente la 1 de la madrugada en el reloj de la torre del Templo Parroquial y la puertas se abrieron permitiendo que la Virgen volviese a estar frente a frente con su pueblo. El Himno a Ntra. Sra. del Valle, recientemente adaptado a marcha procesional por D. José María Jiménez, sonaba en la Plaza de España interpretado por la Banda de Música "Virgen de las Mercedes" de Bollullos del Condado, mientras la Virgen bajaba lentamente la rampa.
El paso de la Virgen iba perfectamente exornado con sus tradicionales jarras de nardos, las cuales lucían un aspecto más esbelto y estilizado, que creaban un efecto de gran belleza en las andas procesionales. Por su parte, nuestra Patrona iba vestida como es costumbre, con su manto y saya de tisu de oro bordados, conjunto de ráfaga, corona, cetro y media luna de plata bañada en oro y el característico rostrillo bordado que otorga a la Stma. Virgen un aspecto muy clásico y personal.
Multitud de palmerinos acompañaron a la Stma. Virgen del Valle durante todo el recorrido, volviendo a ser de especial mención el paso de nuestra Patrona por las calles Muñoz y Pabón, Virgen del Valle, Hermanos Cueva y Cervantes, las cuales estaban adornadas perfectamente esperando a que nuestra Madre otorgará su bendición.
Se vivieron varios momentos de gran emoción, entre ellos resaltar la elegancia de la Virgen al llegar a la puerta de su Iglesia del Valle, o el momento tan íntimo que se vivió en la parte baja de la calle Virgen del Valle cuando la Stma. Virgen pasaba a los sones de la marcha "Virgen del Valle" de Gomez Zarzuela, o el paso de la Virgen por la estrechez de la calle Marimarcos donde los cantos del Coro de Campanilleros hicieron recordar a los presentes otras noches de 15 de agosto ya pasadas, o el encanto de ver a la Reina del Valle con la luz de la amanecida ya de vuelta por la calle Príncipe de Asturias,...
Rompiendo la mañana volvía la Virgen con las primeras luces del día a la Iglesia Parroquial, arropada por una multitud de fieles y devotos que durante toda la noche estuvieron acompañandola en todo su caminar, demostrando ese amor que La Palma le profesa a su Reina. Pasaban unos minutos de las 07:30 horas cuando la Virgen cruzaba el dintel de la puerta y el sueño volvía a terminarse, la Mujer del Apocalipsis, la Virgen Asunta al Cielo, la Madre de Dios regresaba entre vivas y piropos a la Iglesia, después de llenar con su Salud cada rincón de nuestra mariana ciudad, tal y como ocurriese en el año de 1855.
A continuación les dejamos unas fotografías del Rosario de Doce de Ntra. Sra. del Valle.
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