GALERÍA FOTOGRÁFICA: Viernes Santo.

La tarde del Viernes Santo volvió a ser de luto en La Palma. El Santo Entierro de Ntro. Señor volvió a llenar de clasicismo y romanticismo las calles de nuestra localidad.
A las 19:00 horas los nazarenos de hábito negro salían por las puertas del Templo Parroquial. El sol quiso acompañar la salida de esta Servita Hermandad, manteniendose estable el tiempo durante toda la tarde-noche.
El paso del Traslado al Sepulcro del Stmo. Cristo de la Buena Muerte aparecía minutos más tarde, acompañado por las representaciones civiles, religiosas y militares. El Misterio del Santo Entierro lucía bellísimo, con un extraordinario exorno floral, que llamó mucho la atención, en el que se incorporaban matiolas de color morado, rosas rojas y calas blancas.
El paso del Señor de la Buena Muerte, en fases de ejecución por el tallista sevillano Francisco Pineda, estrenaba en este año juego de candelabros de guardabrisas, compuesto por seis candelabros con cuarenta luces en total, además de la talla de la trasera de la canastilla de las andas, donde se incorpora en el centro la heráldica soleana.
Los Santos Varones trasladaban al Stmo. Cristo de la Buena Muerte, junto con San Juan Evangelista y María Magdalena, que a los pies de la Santa Cruz de la Victoria, sostenía los clavos pasionistas, mientrás el pueblo palmerino era testigo del Entierro del Hijo de Dios.
El Misterio palmerino iba acompañado por las clásicas cornetas de la Banda de Cornetas y Tambores "Ntro. Padre Jesús Nazareno" de Cazalla de la Sierra (Sevilla).
Tras el Señor Yacente, y cerrando uno de los más amplios Cortejos de nuestra Semana Santa, formado por más de 280 hermanos nazarenos, pasaba María Stma. de los Dolores cobijada en su romántico palio.
La Virgen lucía radiante totalmente de luto, llevando por primera vez en su Estación de Penitencia la nueva saya estrenada en la XXXV Convivencia Nacional de la Soledad, bordada sobre terciopelo negro en oro fino a realce por el sevillano Pedro P. Gallardo, además del manto bordado del siglo XIX obra de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, corona imperial bañada en oro y tocado de encajes de Bruselas enriquecido con puntas a la aguja. El palio de la Virgen de los Dolores estranaba las cresterías o molduras delanteras y traseras en plata de ley repujadas en estilo rocalla a juego con los respiraderos, que están siendo realizadas en los Talleres de Orfebrería "San Juan" de Sevilla.
La decoración floral del palio en tonos rosas contrastaba con el negro del conjunto bordado y el resplandor de la plata, formando parte del mismo rosas en color rosa pastel, lilums, matiolas blancas, orquídeas blancas, estaliums y azahar. Tras la Señora, la Banda de Música Municipal "Ciudad de Porcuna" de Porcuna (Jaen) ponía dulces notas a la pena de la Dolorosa del Santo Entierro.
Un detalle del palio fueron dos escudos de la Policía de nuestra localidad que lucían en dos cirios de la candelería haciendo alusión al Patronazgo de la Virgen de los Dolores sobre el Cuerpo de la Policía local, recientemente aprobado.
La Cofradía hizo un pequeño cambio en su recorrido habitual, transcurriendo en sus primeros momentos por la Plaza del Corazón de Jesús, para así aligerar la salida de la misma.
El frío y el viento, que no permitía que la candelería del palio luciese encendida, pusieron la nota anecdótica a un Viernes Santo en el que la Hermandad del Santo Entierro cumplió sus horarios, cerrándose a las 00:30 horas la Semana Santa de La Palma con la entrada de la Madre de los Dolores en la Iglesia Parroquial, esperandose la Resurrección del Domingo, con la que vuelve la espera a la vida de los cofrades.







































Fotos: J.D. González